miércoles, 21 de noviembre de 2007

Ablación y circuncisión

Muy buenas a todos.

Tras un mes de parón, volvemos a la carga, con un tema bastante escabrosillo, la ablación del clítoris y la circuncisión masculina, aunque sólo se hablará por hoy de esta última.

Actualmente, la circuncisión es practicada generalmente en EE.UU, Israel (dos de los países con mayoría judía) todos los países árabes (salvo Egipto y el África subsahariana), y también en España, dónde se han contabilizado 30 casos de ablación del clítoris, y un aumento de la circuncisión, debido a la inmigración marroquí.

Manejando las cifras de la circuncisión, descubrimos que un 60% de los varones en EE.UU son circuncidados, representando el caso más grave en cuanto a países occidentales se refiere (y puede que España esté detrás, aunque sobre el caso español no dispongo de cifras para corroborarlo)

Las razones que expone el autor de un artículo sobre este tema para oponerse a tal práctica son el gran número de niños a los que afecta, muchos sufren hemorragias y pueden llegar a morir. (Precisamente, ayer salió la noticia de que un bebé de ¡¡¡18 días!!!, murió tras serle practicada la circuncisión en condiciones higiénicas deplorables por una senegalesa. Murió por una gran hemorragia de la que los padres sólo se dieron cuenta cuando ya estaba muerto), amén del grave riesgo que supone cualquier mutilación genital en niños y niñas, así como que en ninguna parte del mundo se rechaza esta práctica porque los afectados son hombres, y no parecen organizarse para luchar por sus derechos. Me parece percibir que la postura defendida por el autor de éste artículo es universalista, ya que afirma que la práctica de la mutilación genital es totalmente injusta, porque atenta contra un derecho elemental del hombre cómo el derecho al placer (y al autoplacer. Ésto también es válido para la mujer, no me se vayan a cabrear...)

Esto se podría resumir, como ya dije arriba, en que la mutilación genital es injusta, y que el mundo se vuelca más en erradicar la femenina que la masculina (tema que se puede debatir en clase, pero que puede que nos lleve arduas sesiones y debates).

Finalmente, como al propio autor, mi opinión sobre esta práctica es que debe ser erradicada (tanto una como otra), ya que , me vuelvo a repetir (Y más que el ajo), atenta contra el derecho al placer que tenemos los humanos, y principalmente, a que nadie le guste que le corten sus genitales, que son la única parte que tenemos para disfrutar un poquito...

Sobre los datos e ideas que aparecen, me parecen gravemente preocupantes, ya que es inaceptable que en pleno siglo 21, y en un país "teóricamente civilizado", como EE.UU, el 60% de los varones sean expuestos a ésta práctica por razones principalmente religiosas.

Un saludo a todos, y gracias al que se lea este tocho.

Dracón.

2 comentarios:

AnDrÉs dijo...

Excelente post, muy riguroso y no exento de humor.

Un apunte: las razones para practicar la circuncisión no son meramente religiosas. En la pregunta 1 no respondes a cuáles son estas razones.

El derecho al placer no es la única razón que esgrime el autor. Insiste más en el derecho a la integridad física y personal.

De resto muy bien.

La anécdota que leíste en prensav sería interesante que la enlazaras mediante un hipervínculo en tu discurso. Cuando creas entradas hay un icono que sirve para ello: pegas ahí dentro la dirección de la página que enlazas y seleccionas la palabra en tu post que sirve de enlace. Si tienes dudas regúntame.

Sí, supongo que llevaría "arduas sesiones y debates" la discusión que planteas.

Un saludo.

Jesús P. Zamora Bonilla dijo...

Me alegra encontrar alguien que ponga en su sitio el tema de la circuncisión masculina; con la vorágine feminista (que tanto bien ha traído, pero que, como todo lo que se convierte en un fanatismo, enseguida puede perder la razón), no se habla más que de la ablación. En el fondo, sospecho que la circuncisión masculina es un "tabú" sobre todo porque la practica gente "civilizada", con los que no queremos meternos (y no digamos ya si hablamos del "pueblo elegido").

Por otro lado, la evidencia científica no es muy determinante sobre los beneficios y perjuicios de ambas prácticas (que de todo hay); de hecho no parece que ninguna de ellas suponga una complicación mayor para la satisfacción sexual que los piercings, y además, parece que los pliegues del prepucio y los labios vaginales son propensos a los gérmenes (p.ej., había datos de que los hombres circuncidados transmitían menos el sida en Africa que los no circuncidados).
Y también hay un argumento ciertamente a tener en cuenta: en muchas sociedades esos pellejos que cuelgan les parecen simplemente REPUGNANTES (como a nosotros un moco que colgara de la nariz). ¿Qué derecho tenemos nosotros a dictar lo que alguien tiene que considerar "repugnante"?

En fin, a mí personalmente ambas prácticas me parecen puras SALVAJADAS, y me gustaría que se abandonaran... pero los argumentos no están tan claros, me temo.